Alguna vez te has preguntado con respecto a tu hijo/hija u otro niño: ¿Cómo se pudo caer de esa manera? ¿Cómo es que siempre se está tropezando? ¿Por qué parece torpe al jugar con otros niños?
Si te haces preguntas similares, la respuesta se encuentra al evaluar los hábitos de recreación en tu familia e instaurar cambios para que esos tropezones sean menos frecuentes y tu niño/niña sea más feliz.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) declara que la participación en actividades de la vida diaria en ambientes reales es un aspecto esencial de la salud: pues promueve la interacción con otros individuos y el desarrollo de habilidades físicas. 1
¿Recuerdas cuánto tiempo pasabas en el parque cuando eras niño? ¿Recuerdas cuántos amigos hiciste jugando en el parque o en la calle? Eso influyó positivamente en tu adquisición de destrezas físicas y habilidades sociales. La niñez es un tiempo de oro para el desarrollo psicomotor de tu hijo. No lo dejes perder pues la infancia nunca regresa.
La interacción social, la oportunidad para el juego y la movilidad son medidas indispensables para una participación óptima de los niños en actividades lúdicas y recreativas. Lo cual ha sido ampliamente estudiado por la doctora Gillian King, PhD. 2
Algunos indicadores que muestran que a tu hijo le hace falta jugar más en el parque son:
- ¿El niño pasa más de dos horas al día frente a una pantalla? ¿Cuáles Pantallas? Televisor, el celular, el computador, la Tablet, el Xbox, el Nintendo Wii y otras más.
- ¿Tiene dificultad para entablar conversación con otros niños de su misma edad, jugar en un grupo, esperar el turno y cumplir normas de juego?
- ¿Si está en edad de hacerlo: se le dificulta saltar, trepar, rodar, montar cicla o subir y bajar escaleras? ¿Se cae a menudo y no sabe cómo poner sus manos para evitar mayor daño?
Si los proteges demasiado de los accidentes. No estarán preparados para enfrentarlos.
¿Cómo solucionar estos problemas? ¿Qué papel tiene el parque en la solución?
El concepto de un médico especialista será de gran valor y las terapias son útiles cuando están indicadas por el médico. Sin embargo recuerda que:
- La terapia no reemplaza el tiempo en familia y la responsabilidad de los padres de generar ambientes propicios para la recreación.
- El terapeuta no sustituye a los amigos de la misma edad.
- Y los espacios del consultorio no son igual de divertidos al parque o juegos al aire libre.
Las tradiciones y hábitos recreativos de la familia: fortalecen las relaciones en el hogar y favorecen el autoconcepto de los niños, porque les ayuda a identificar sus fortalezas y aprender a manejar la frustración cuando se encuentran frente a actividades que se dificultan o requieren mayor esfuerzo.
Algunas ideas sobre esas tradiciones o actividades familiares son:
- Programa qué días y a qué hora pueden ir juntos a jugar al parque.
- Usa juguetes que motiven la actividad física.
- Programa paseos al campo en los que los niños puedan correr e interactuar con animales.
- Visita la ciclo vía en familia.
- Utiliza en casa juegos que involucren la coordinación motriz gruesa y fina. Esto también ejercita a los adultos.
- Promueve la participación de tu hijo en deportes grupales, de acuerdo a sus gustos y habilidades. Ten cuidado de no compararlo o presionarlo.
- Acompaña a tu hijo a entrenar para desarrollar ciertas habilidades. Tal vez tu hijo tenga temor de jugar en el colegio y tú le puedes ayudar a superarlo.
- Algunas conversaciones de padres a hijos se pueden dar mientras se lanza la pelota de básquetbol a la canasta. De seguro tu hijo recordará esto toda la vida.
REFERENCIAS
- World Health Organization. (2007) The International Classification of Functioning, Disability and Health. Geneva, Switzerland.
- King, G. A., Law, M., King, S., Hurley,P., Hanna, S., Kertoy, M. y Rosenbaum, P. (2007). Measuring children’s participation in recreation and leisure activities: construct validation of the CAPE and PAC. Child: Care,Health and Development, 33(1), 28- 39.